08 abril, 2006

Sobre nuestra infancia


Como inicialmente se suponía que para tener un blog medianamente exitoso había que escribir cosas divertidas... he aquí una historia que me hizo llorar de risa hace unos días. La Michelle, una compañera de trabajo, nos contó, en medio de un almuerzo , cuál era su trauma de la infancia. En un principio cada uno recordaba nombres de helados que hicieron furor cuando éramos chicos, como el Tután cremón, o Pipo el Mirón, o Vaquero. También recordamos los jugos zip zup, esos que comprábamos entre hartos amigos para luego poner un poco del polvito en la mano y comerlo con la lengua hasta que nos quedaba roja. Quién no recuerda los petazetas, que explotaban en la boca, o el clásico chupón, una pequeña bolsita plástica llena de manjar, a la que se le hacía un hoyito con los dientes para luego echar un poco de manjar en el dedo y literlamente chuparlo. Bueno, en eso estábamos cuando Michelle dijo que ella tenía un trauma de infancia... a propósito de nuestros recuerdos... tenía que ver con Barbies. La escuchamos. Resulta que cuando era chica sus papás siempre le compraban de esas imitaciones de barbies, unas que eran huecas, tiesas y con el pelo horrible. Baby, Cindy y nombres por el estilo... Nunca una de las verdaderas, esas que vienen en cajas con accesorios, en las que dice bien grande Mattel. En fin... para un cumpleaños, su sueño se cumplió... al fin llegaba a sus manos una Barbie, con todas sus letras, con un vestido vaporoso cubierto de corazones, un peinado espectacular y una sonrisa perfecta. Ella la adoraba, seguía jugando con las otras muñecas, pero la principal era su barbie. Bueno, la Mich nunca ha sido muy cuerda así que por supuesto un dato freak aparecía en medio de la historia: "cuando era chica me encantaba el olor de la acetona". Ya nos podíamos imaginar la catástrofe... "... así que un día quise que mi barbie tuviera ese olor y le pasé acetona por la cara, y de pronto ¡ya no tenía cara!!!"... "fue tan terrible, estuve como tres días sin hablar, en estado de shock". Por supuesto en ese momento estábamos todos riéndonos... hasta que remató: "y saben lo que hizo mi papá? me regaló un lapiz azul y uno rojo para que la volviera a pintar!!! y quedó peor!!! parecía extraterrestre". Quizás quien lea esto piense que es lo más fome que le ha tocado en un blog, pero mientras lo escribo yo me sigo riendo... es más, cada vez que me imagino a la Mich con su barbie sin cara, me da ataque de risa. Además, el hecho de que el papá no se haya apiadado de su hija y que en vez de comprarle una nueva Barbie, le haya regalado unos lápices para que le pintara la cara!!!. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA (Yo sé que si mis compañeros de trabajo leen esto... se van a reir... por lo menos alguien me entiende).

07 abril, 2006

Datos para lucirse como Chef


He visitado un blog muy interesante sobre cómo vivir mejor con menos. Si bien yo no quiero plagiar la idea, en lo absoluto, sí copio la idea de la autora de dar consejos útiles que todos podemos implementar en la casa. Mis consejos no tienen que ver con ahorrar dinero ni nada parecido, pero creo que se puede tener una mejor vida si uno disfruta a concho todo lo que hace.
Hoy es hora de disfrutar lo que comemos... Cómo? logrando que todo sea más sabroso y que el proceso de preparar algo culmine en un manjar de los dioses. Nada peor que hacer un pollo con acompañamientos deliciosos y que el pollo quede seco (hablando en términos culinarios, claro... porque hay miles de cosas peores en la vida).

Bueno, he aquí mi guía para obtener comidas, cenas, almuerzos para chuparse los dedos.

Pollo tierno y blando siempre: Cuando vayas a cocinar pollo trozado o deshuesado, remoja las presas antes de cocinarlas en leche, por lo menos algunas horas. Para darle un toque especial, sazona esa leche con ajo en polvo y hierbas (el estragón queda excelente con el pollo). El resultado (sin importar la forma de cocción) es una carne blanda y tierna.

Legumbres que ahorran gas: Cuando cocines porotos, garbanzos o lentejas. No olvides remojarlas en agua fría 12 horas antes. Tendrás legumbres blandas en la mitad del tiempo de cocción. Además, es horrible encontrarse con una legumbre dura en la boca.

Arroz siempre graneado: Es un mito eso de la medida 1 x 2. Es decir, para una taza de arroz, dos tazas de agua. A veces no resulta y el arroz queda pegoteado. Depende de la mano, claro... pero una receta infalible es utilizar 1 x 1 1/2. Frie un poco de ajo y pimentón en un poco de aceite (tampoco debe ser mucho). Agrega 1 taza de arroz, sofrie hasta que el arroz quede un poco transparente. Agrega una pizca de sal y 1 taza y 1/2 de agua hirviendo. Deja a fuego medio sin tapar hasta que se absorva el agua. Luego tapa la olla, ponla sobre el tostador, baja el fuego y listo, en menos de 20 minutos tendrás un arroz de spot publicitario.

Carne asada sin restos de agua: Cuando vayas a asar carne en una sartén, al más puro estilo Bife Chorizo, primero debes poner los trozos de carne sobre un papel absorvente, ya generalmente la carne tiene mucha agua extra que no tiene que ver con su propio jugo. Calienta una sartén antiadherente a fuego alto. No pongas aceite ni ningún tipo de grasa. Caliéntala hasta que salga humo. Entonces pones los trozos de carne. No pinches la carne y échale sale y pimienta (si te gusta) sólo cuando vyas a darla vuelta. Tómala con una espátula o con una pinza para carnes. Cuando el primer lado esté casi quemadito y crujiente , das vuelta la carne y la sazonas por el otro lado. NUNCA LA PINCHES. Déjala reposar antes de servir. Es horrible comprar lomo liso, querer dárselas de asador profesional o tener un bife todo aguado y pálido en el plato.

Aliño para lechuga: Cuando no tengas nada más en el refrigerador aparte de una lechuga, tomates y algunos condimentos... un aliño infalibre que hace de una lechuga, una ensalada gourmet (si le agregas a la ensalada unos brotes de alfalfa, brocoli, queso fresco y palmitos... mejor aún, pero esas ya son palabras mayores). Bueno, mezcla un poco de mayoneza, con mostaza en granitos, aceite, vinagre balsámico y una chucaharada de miel. Une todo con la minipimer para obtener una crema homogénea. Luego, la esparces sobre la lechuga... Delicioso!